Eduardo y Fernanda son dos niños que crecieron juntos y felices a pesar de pertenecer a diferentes clases sociales. Ellos han desarrollado un lazo de amor puro y leal, que es aceptado por Gonzalo Elizalde, padre de Fernanda y propietario de la hacienda. Pero Monserrat, mamá de Fernanda, ve con malos ojos esta relación dado que Eduardo es hijo de Soledad, ama de llaves de la hacienda.

La felicidad de los Elizalde pronto se convierte en un calvario con la aparición de Artemio Bravo, un peligroso enemigo relacionado con la familia que no parará hasta destrozar a todos los miembros de esta familia. Para ello, Artemio cuenta con la colaboración de Rebeca Sánchez, una joven ambiciosa que oculta un terrible secreto: es la autora de la muerte de sus propios padres. Rebeca, bajo el nombre de Bárbara Greco, consigue que Gonzalo la contrate como su ayudante personal y, poco a poco se va ganando la confianza de su jefe hasta convertirse en alguien indispensable, que derrocha su maldad y provoca la separación de Fernanda y Eduardo.

Cuando tras muchos años se da el reencuentro de la pareja, sus sentimientos se mantienen intactos, y surge el gran amor.